top of page

MÁS ALLÁ DEL CORONAVIRUS

No puedo dejar de ver todo esto que está pasando con enorme curiosidad.



Muchos sabéis que desde mi visión todo es susceptible de ser observado de una manera mucho más profunda. Como humana que soy sé que tengo la capacidad de ver mucho más allá y de poner mi granito de arena aportando una mirada más amplia con el propósito de sumar para, si es posible, que las personas podamos tener mayor conciencia y con ello, una vida más consciente e indudablemente, mejor.


Hace 2 semanas me decía K.: "al igual que Trufa (la perra) no entiende por qué no la sacamos a la calle (está lesionada y la han mandado reposo) seguro que las estrellas nos están diciendo algo con el coronavirus aunque nosotros no lo entendamos". La verdad que escuchar esto a través de una personita que todavía no llega a los 7 años a veces me pone los pelos de punta..


Esa idea de #Origen que pulula en su cajita la comparto con él y es posiblemente la que me ha impulsado estas semanas a tener o querer ver en la medida de lo que puedo, una visión más global de todo esto..


Me aventuro a hacer una lectura, la mía obviamente, de lo que sería la aportación de una "mirada quántica" (que por cierto he de decir que cada vez me fascina más y más), de lo que sería "Más Allá del Coronavirus".


Cuando tocamos #Taiko tendemos a mirar el golpe. Pero ya vais sabiendo que el golpe es el resultado de fuerzas o energías que no se ven pero que se ven materializadas en el golpe. Por tanto, el golpe es la consecuencia de ellas: gravedad, velocidad, distancia, resistencia, fuerza, etc.


Al igual que en las acciones que ejecutamos. Tendemos a prestar toda la atención y energía a lo que hacemos sin ser conscientes de que para que el resultado sea diferente no es la acción lo que hay que cambiar sino esas otras cosas "que no se ven" que mueven toda acción que llevamos a cabo. Esa falta de conciencia o información es la que nos mueve a un constante hacer, y ello a tener cada vez menos tiempo o energía, estar más saturados, cansados, reactivos y disfuncionales. Es como si el sistema operativo que utilizáramos no fuera a la par con la tecnología puntera que utilizamos. Aunque nos empeñáramos daría “fallos de sistema”, ¿verdad?. Seguramente para que funcionara lo primero que probaríamos sería a reiniciar. Y si eso no fuera suficiente veríamos si nuestro sistema operativo está o no actualizado, o haríamos un chequeo seguro con mucha mucha intención para ver qué es lo que está originando ese fallo.


Mi curiosidad no va tanto por el coronavirus sino por lo que de una manera más profunda, PARA MÍ, esto representa. De la misma manera que solemos poner el foco en el golpe, en la acción, en la forma, también lo hacemos con el #coronavirus. Una forma de operar muy lenta, muy lineal, muy antigua y totalmente incompatible con lo que ya tenemos encima: la tecnología #cuántica.


El coronavirus es un agente externo que no podemos ver pero que está, que existe, que ahora sabemos de su presencia pero desconocemos, que no controlamos y que no podemos predecir.


Como tantas otras cosas en la vida. Y es que no nos enteramos.




SI YO FUERA ESTE PLANETA TAMBIÉN ESTARÍA “CALENTITA”

La vida ya no sabe cómo decirnos que seguir funcionando como hasta ahora, ya no vale. Que nuestro sistema operativo está obsoleto. Que ni si quiera sirve el mismo sistema operativo con actualizaciones y hay que formatear. Que a la velocidad a la que va hoy todo o empezamos a instalar un sistema operativo que nos permita procesar la información en paralelo, a alta velocidad, sin filtros y en función de los datos obtenidos operar con anticipación, decisión, cambio y adaptación, o ya no somos válidos para cuanto acontece y nos quita en un instante todo lo que se ve. Incluso a nosotros.


Visto esto es lógico que la Tierra muestre un verdadero “calentamiento global”. Si yo fuera este planeta también estaría bien calentita a nivel global con nuestra raza. El universo no para de brindarnos en cada situación que vivimos infinitas #oportunidades para aprender y ser cada vez más sabios. Para darnos acceso y bajar unos potenciales impresionantes que están ahí para nosotros. Nos da muchas oportunidades, todo el tiempo. Pero debe estar hasta las narices de que nosotros, identidades inconscientes, malcriadas e inmaduras, sigamos sin enterarnos de nada y operando con sistemas prehistóricos que funcionaron en un mundo analógico pero que ya no tienen cabida en este mundo de hoy. Identidades que dan importancia y valor a lo que de verdad no lo tiene y que no se enteran de que todo eso es efímero y superficial pues hoy está y en un abrir y cerrar de ojos desaparece. Que no se enteran de que el verdadero problema no está en lo que se ve ni en las acciones que se toman o se dejan de tomar con el coronavirus.




EL PELIGRO NO ES EL CORONAVIRUS, ES LA INCOSCIENCIA


Si el golpe es el resultado de aquello que no se ve, el coronavirus no es el problema. Tan solo es la manifestación de aquello que no se ve. Vivimos en un planeta plagado de incoscientes perdidos. La verdad está a la vista. Pero no nos enteramos.


El sonido del taiko no engaña. Devuelve de forma precisa en función de lo que recibe. Y se escucha en el instante. Al igual que la Realidad, que siempre nos brinda en cada instante toda la información tal cual es.


¿Qué necesitamos para abrir los ojos y enterarnos de una vez?


No nos enteramos. La resistencia y el miedo asumir la realidad es tan grande que quedamos paralizados o simplemente, vamos a rebufo. Apagando fuegos.


¿está o no a la vista la Realidad?




 



bottom of page