El Tomoe es un símbolo que comúnmente vemos relacionado con Taiko. Proviene del sintoísmo. Representa el mundo tangible y el intangible. Entre el mundo tangible o manifestaciones visibles del alma, las comas, están las aspas que representan el vacío, aquello abstracto y desconocido, el intangible, donde todo se superpone e interrelaciona. También Tomoe es la representación de los 3 niveles de la existencia interactuando entre sí.
Y en el centro está el Origen, el núcleo de donde nace todo. Una fuerza que hace mover las aspas, que a su vez mueven las comas, generando así el movimiento perpetuo de los ciclos naturales que rigen todos los aspectos del universo: contracción y expansión; vida, muerte y renovación.
Ahí en el centro del tambor es donde hay mayor capacidad vibracional. Desde ahí se expande la vibración a kilómetros, impactando todo aquello que se halle en su camino. En ese centro donde está nuestro núcleo de mayor capacidad vibracional, donde se inicia el primer latido: el corazón.
El golpe en taiko, o el también llamado DON, no ha de ser el objetivo pues es el resultado del movimiento de las aspas que provienen del origen. Cada acción que ejecutamos es la consecuencia de la energía y vibración desde la cual hemos actuado. A veces creemos que actuamos desde un estado. Y en ocasiones así es, pero otras muchas estamos bastante lejos de percibir la realidad. La que es, no la que nos gustaría, o aquella que maquillamos.
Afortunadamente el sonido que el tambor nos devuelve no engaña, y nos dice claramente y en el instante si el golpe proviene del corazón, o no.… La realidad siempre, siempre, nos muestra la verdad: si las acciones que manifestamos las hacemos desde el corazón... o desde el ego. Es pura física, pura biología y pura lógica.
Yo elijo Origen y golpeo. Aunque a veces no atine... ¿Y tú?